En esta comunicación, continuare comentando las bondades de la AngioTAC Abdominal, en los pacientes que presentan hemorragia en alguna región del tubo digestivo.
Se puede obtener información etiológica en muchos casos, especialmente en el sangrado de tubo digestivo bajo. Puede fácilmente apoyar en el diagnóstico de enfermedad diverticular complicada, que es la causa más común de sangrado de tubo digestivo bajo. Junquera y colaboradores reportaron la sensibilidad, especificidad y valor predictivo positivo que fueron de 70, 100 y 100% respectivamente en la detección de angiodisplasias del colon. Éstas llegan a ser la causa en el 40% de las hemorragias de tubo digestivo bajo en pacientes por arriba de los 60 años de edad y es la segunda causa más común de este tipo de hemorragias. El distinguir entre enfermedad diverticular y angiodisplasias sangrantes, cuando es posible, es importante por las diferencias en el pronóstico entre ellas. Aunque la hemorragia cesa espontáneamente en el 80% o más de los casos de angiodisplasias y en un 75% de los casos de enfermedad diverticular complicada, el sangrado recurrente puede llegar a ser del 85% en angiodisplasias no tratadas y de sólo el 25% en enfermedad diverticular complicada. La AngioTAC abdominal puede ayudar certeramente en el diagnóstico de neoplasias y colitis, que son tercera y cuarta causas de sangrado de tubo digestivo bajo, respectivamente.
La localización concurrente de la hemorragia activa y el diagnóstico subyacente del origen de la misma pueden tener también implicaciones importantes en el tratamiento y el manejo de las mismas. De tal manera, que la localización por AngioTAC abdominal puede ayudar a determinar el procedimiento endoscópico, especialmente cuando la localización del sangrado, tanto de tubo digestivo superior como inferior, es difícil o no es confiable; y a la inversa, la localización dentro de intestino delgado puede prevenir endoscopias innecesarias, facilitando la decisión de intervenciones endovasculares o quirúrgicas.
Dentro del protocolo del estudio para detectar sangrado gastrointestinal, se sugiere realizar los siguientes parámetros importantes:
- Realizar siempre una serie de cortes previos, sin empleo de ningún tipo de contraste, para así poder identificar áreas de hiperdensidades preexistentes y no confundirlas con zonas de hemorragia en el estudio contrastado. Para esto se realizan cortes de 3 mm de grosor, con intervalos de 3 mm.
- Los cortes con contraste endovenoso se realizan con grosor de 0.9 mm, y con intervalos de 0.45 mm.
- Sólo se emplea contraste endovenoso y nunca oral, pues este último podría condicionar dificultad en identificar sitio de sangrado, porque las densidades se igualarían.
- La cantidad de contraste endovenoso a emplear es de 70 mililitros, a una velocidad de inyección de 4 mL/seg, con retardo para el inicio de los cortes de 25 segundos, iniciando los cortes a nivel de apófisis xifoides hasta las regiones inguinales
- Siempre evaluar los estudios en todos los cortes axiales, antes de realizar reconstrucciones coronales y sagitales. Éstos se realizaran después de identificar el sitio de mayor densidad, para así localizar el segmento de intestino con hemorragia, siguiendo la distribución anatómica del mismo y para el detalle anatómico del mapeo vascular.
- La interpretación rápida de los hallazgos y la comunicación de los mismos son esenciales para el manejo óptimo del caso.
Debido a la intermitencia natural del sangrado intestinal, es imperativo que la Angio-TAC abdominal se inicie lo más rápido posible después de la detección clínica de hemorragia activa, para así maximizar la posibilidad de identificación del sitio y posible causa. Es de vital importancia en el diagnóstico, siempre realizar los cortes simples, sin que se haya ingerido ningún tipo de sustancia que funcione como contraste radiológico, ya que la presencia de medios de contraste orales positivos pudieran dificultar la identificación de sangrado activo; es más, contrastes retenidos dentro de la luz intestinal pueden erróneamente interpretarse como hemorragia activa, si no se realizó previamente un estudio simple y poder realizar una comparación entre las imágenes, como se menciono con anterioridad.
La próxima comunicación será la ultima donde comentaré lo ultimo, como conclusiones del manejo por radiología intervencionista de esta patología.