La radiología intervencionista en infecciones graves

La radiología intervencionista tiene dentro de su arsenal de trabajo procedimientos para infecciones graves. Cuando, de manera inicial, son mal diagnosticadas, el tratamiento establecido será el equivocado de tal manera que la infección avance y condicione abscesos de distintas dimensiones, de diferentes micro-organismos y hasta de un nivel muy grave en diversas estructuras del cuerpo.

Aquí la radiología intervencionista entra a resolver problemas que otras especialidades tardarían en resolver o que tendrían que realizar grandes cirugías, con sus limitantes, sobretodo por donde se encuentre el proceso infeccioso.

Hay que tener en mente que las infecciones graves, al ir progresando por el deficiente tratamiento, de inicio condicionan que las bacterias pasen a la sangre, creando un cuadro clínico que se denomina bacteremia: escalofríos, fiebre y ataque al estado general. Si no se corrige evolucionará hacia el síndrome séptico que quiere decir que el paciente estará en peores condiciones al grado de poder llegar al choque séptico y morir.

Por supuesto que el radiólogo intervencionista, como médico con alta especialidad, tiene que reconocer la existencia de estado clínicos que puedan ser predisponentes para la presencia de infecciones graves como sucede en pacientes con alteraciones en su estado inmunológico (diabetes, trasplante de algún órgano, cáncer, uso prolongado de medicamentos conocidos como esteroides, VIH), portadores de algún catéter en su cuerpo (hemodiálisis, quimioterapia, infección pre-existente), con quemaduras extensas, en politraumatizados, en casos con lesiones pre-existentes de vías urinarias, biliares, intestinales, encamados en unidades de terapia intensiva o con infección local en tórax, abdomen o meninges.

Una vez que el paciente es estudiado de manera integral y se descubre que tiene una complicación infecciosa, que puede traducirse en una real urgencia médica, como son los abscesos o la infeccion de vías anatomicas (biliares o urologicas), se decidirá realizar:

1.- Punción y aspiración del absceso: con el empleo de agujas de diferentes longitudes, calibres y características de la punta con filo. Estos procedimientos se van a realizar cuando el absceso se encuentra bien localizado, encapsulado, siendo su contenido básicamente liquido o poco viscoso, con poco tejido necrozado en su interior. Esto se puede realizar guiado por ultrasonido o por tomografía computada con anestesia local o sedación anestesologica superficial. Al finalizar el procedimiento el radiólogo intervencionista tendrá que verificar que se haya aspirado prácticamente por completo y que no tenga comunicación a otra visera u órgano.

2.- Drenaje con colocación de catéteres: efectuando la punción de manera directa con catéteres que tienen incorporado un estilete con filo o por la técnica de Seldinger, es decir, cuando es necesario realizar dilataciones de lo que será el trayecto o no es técnicamente confiable una sola punción por el riesgo de lesionar estructuras vecinas. Se va a realizar, en la mayoría de los casos, guiado por tomografía computada, con sedación y vigilancia anestesiologica. Este procedimiento de radiología intervencionista es útil en abscesos espesos, con residuo de tejido en su interior, que puedan ser varios interconectados, extensos, profundos en el cuerpo,  en viseras macizas como es el hígado, el bazo, los riñones, con presencia ya de conexiones a otros órganos formando lo que se conoce como fístulas. 

También es muy útil para drenar procesos infecciosos en vías biliares, lo que se conoce médicamente como colangitis, y también en vías urinarias, con gran cantidad de pus o de gas en su interior, ya que estas enfermedades mal resultas, son causa de grandes complicaciones hasta la muerte.

Lo anterior será exitoso si existe justificación médica y si son realizados por radiólogos intervencionistas bien entrenados, capacitados, con practica médica real, criterio médico solido, extremadamente ético y honesto para saber hasta donde se podrá llegar sin caer en la soberbia de resolver todo. De lo contrario, lo único que se logrará serán complicaciones graves y hasta mortales.

Además hay que contar con todos los materiales para lograr los resultados deseados: agujas, dilatadores, catéteres de diferentes materiales y formas, con múltiples orificios en su extremo distal, guías metálicas para introducir los catéteres, materiales de fijación y de recolección del material drenado.

Finalizado compartiendo que todo médico siempre debe de tener en mente que el tiempo es oro y que no se debe malgastar. Seguiré en los siguientes publicaciones con otras condiciones médicas donde la radiología intervencionista tiene papel protagónico.