La Radiología Intervencionista y biopsias percutáneas

De acuerdo a la Sociedad Norteamericana de Radiología y del Colegio Americano de Radiología, una biopsia consiste en la remoción de tejido para examinar si está presente una enfermedad. Las muestras de tejido pueden ser tomadas de cualquier parte del cuerpo. Las biopsias se realizan de varias formas diferentes. Algunas biopsias involucran la remoción de una cantidad pequeña de tejido con una aguja mientras otras involucran la remoción quirúrgica de un bulto entero, o nódulo, que es sospechoso.

A menudo, el tejido es removido colocando una aguja a través de la piel (en forma percutánea) al área de la anormalidad. Las biopsias se pueden realizar en forma segura con guía por imágenes tales como ultrasonido, rayos X digitales y/o tomografía computada. Estos tipos de imágenes son usadas para determinar exactamente donde colocar la aguja y realizar la biopsia.

¿Cuáles son algunos de los usos comunes de este procedimiento?

Cuando el médico encuentra un nódulo o tumoración, podría ordenar estudios por imágenes para ayudar a determinar si el mismo es benigno (no cancerígeno) o maligno (cancerígeno). En caso de que el diagnóstico por imágenes no pueda definir claramente la anormalidad, podría ser necesario hacer una biopsia.

Usualmente, una biopsia se realiza para examinar la presencia de enfermedades en los tejidos. Las biopsias se usan frecuentemente para diagnosticar cáncer, pero pueden ayudar a identificar otras condiciones tales como infecciones y desórdenes auto inmunes e inflamatorios. También se las pueden realizar para compatibilizar tejidos antes de un trasplante y para buscar señales del rechazo de un órgano luego del trasplante.

Las biopsias se realizan en muchas áreas del cuerpo y por muchas razones. La siguiente es una lista de los tipos comunes de biopsias y de porque pueden ser necesarias:

La biopsia de abdomen se utiliza para diagnosticar si un tumoración en el abdomen es canceroso o benigno. Pueden estar ubicados en tejido superficial, o ser intra abdominal. Se remueve una muestra del tejido en forma percutánea bajo la guía por imágenes (ultrasonido o tomografía computada).

La biopsia de huesos se usa para diagnosticar cáncer o infección en los huesos. Este tipo de biopsia puede ser realizada a través de la con una aguja de corte especial.

Las biopsias de glándulas mamarias se usa para determinar si el tejido es canceroso o benigno. Se la puede realizar de varias formas:

Guiada por mastografía

Guiada por ultrasonido

La biopsia de riñón se utiliza para examinar la condición de un riñón con falla en la función, inflamación en el riñón o un posible tumor. También puede ser usado para examinar signos de rechazo de transplante en un riñón transplantado. Las biopsias de riñón se realizan con guía por imágenes, ultrasonido o tomografía computada, usando una aguja  de corte, para remover una pequeña muestra del tejido.

La biopsia de hígado se emplea para diagnosticar enfermedades del hígado tales como hepatitis C, cirrosis, infecciones y cáncer. También puede ser usada para examinar signos de rechazo de transplante en un hígado transplantado. Esta es una indicación frecuente en niños. Las biopsias de hígado generalmente se realizan en forma percutánea insertando una aguja a través de la piel. También se puede tomar una biopsia de hígado vía un catéter insertado a través de la vena yugular (una vena grande del cuello) para capturar una muestra de tejido,.

La biopsia de nódulo de pulmón se realiza cuando una anormalidad de los pulmones es visible en rayos X o en una exploración por tomografía computada. 

La biopsia de nódulo linfático se realiza cada vez que hayan nódulos linfáticos agrandados o anormales. Puede ser realizada con una aguja.

La biopsia de músculo se usa para diagnosticar infecciones que afectan los músculos, defectos en el músculo y enfermedades del tejido conectivo y los vasos sanguíneos. Este tipo de biopsia puede ser realizada usando una aguja de corta automática

La biopsia de tiroides se usa para encontrar la causa de un nódulo en la glándula tiroides. Este tipo de biopsia se realiza en general usando una aguja bajo guía por ultrasonido.

La biopsia de próstata se realiza ante la duda de la presencia de una lesión tumoral maloigna, y se efectúa por vía transrectal, guiados por ultrasonido.

En el siguiente comunicado, continuaré con otros conceptos acerca de las biopsias que realizamos los Radiólogos Intervencionistas.

La Radiología Intervencionista y el sistema venoso

En la presente comunicación, terminare por mencionar los puntos característicos de los demás accesos venosos, que servirán para efectuar procedimientos de Radiología Intervencionista de mínima invasión, de tipo diagnóstico o de tipo terapéutico.  No se debe de olvidar, que para realizar estos accesos por punción, el médico que los realice debe de tener capacitación real y entrenamiento, ya que se pueden presentar complicaciones no deseadas, las cuales deben de evitarse al  máximo.

La vía de acceso a través de alguna de las venas subclavia (se encuentran por detrás y por debajo de las clavículas), tiene las siguientes características:

  Es la vía más utilizada, desde 1952 en que fue desubierta por Aubaniac.

  Permite excelente asepsia

  Menos riesgos de infección a largo plazo

  Confortable para el paciente

  Fácil de canalizar, aún en cuando el paciente tenga disminución en la sangre circulante, en casos de hemorragias graves

  Claras referencias anatómicas aun en casos de obesidad y de edema extremos de la región.

  Tiene como riesgo, que las complicaciones, si se presentan, son  inmediatas e importantes, ya que se puede puncionar accidentalmente el pulmón, llegando a producir neumotórax.

  Difícil  su compresión, por no decir imposible

La vía de acceso a través de la vena yugular interna (en la cara lateral del cuello), que siempre se realizara con la guía del ultrasonido, ya que se puede observar en tiempo real el trayecto de la vena y el ingreso de la aguja a ella, tiene las siguientes características:

Vía relativamente fácil

 Escasas complicaciones

 Abordaje derecho más fácil que el izquierdo

 Triángulo de Sedillot, que es referencia anatómica (Fascículos  esternal y clavicular del músculo esternocleiodomastoideo y clavícula), es muy útil para puncionar, cuando no se cuenta con ultrasonido

 Si puede presentar complicaciones, las cuales son:

           Punción de arteria carótida

                Punción de conducto torácico en izquierdo

                Neumotórax , que es la punción de pulmón, con paso de aire a la cavidad    

                pleural (menos del 1%)

Existe el acceso a través de puncionar los trayectos venosos que se encuentran dentro del hígado, conocido como Transhepático, pero estos son para situaciones muy especificas, para procedimiento poco frecuente y lograr accesos a:

     1.- Venas Suprehepáticas

     2.- Vena Porta

Los casos en que se realiza para puncionar las venas suprahepáticas, que son las que llevan la sangre que sale del hígado hacia la aurícula derecha del corazón, pueden comprender los siguientes:

 Casos pediátricos con cardiopatía congénita y no existe vía venosa convencional para realizar cateterismo cardiaco diagnóstico

 Colocación de catéteres para hemodiálisis, cuando se agotaron las vías venosas periféricas, sea por trombosis o por estenosis

Al finalizar el procedimiento, el trayecto debe de ser ocluido con agente embolígeno o con coils, y así evitar la formación de hematomas.

Los casos en que se realiza para puncionar la vena porta, que es la que conduce la sangre del intestino delgado y del bazo hacia el hígado, se realizara en las siguientes condiciones:

 Pacientes con hipertensión portal, secundario esto a cirrosis hepática, y que tiene varices esofágicas y/o gástricas sangrantes, sin éxito en el tratamiento endoscópico para cohibir hemorragia y sin acceso por vía transyugular por existir trombosis parcial o total de la porta . Con este acceso, se pueden embolizar las varices sangrantes, que ponen en riesgo la vida del paciente.

 Pacientes con trombosis de la vena porta y de las venas mesentericas (que son las que llevan la sangre del intestino al hígado), paracrealizar trombolisis y repermeabilizar estas venas.

Por último, cuando se tenga que realizar cualquier tipo de acceso vascular por punción, se debe de tener siempre en mente lo siguiente;

Al seleccionar acceso, se debe de conocer la anatomía perfectamente

Definir tiempos de acción y permanencia

Decidir cual es el de menor agresión posible

Ante la duda,  siempre pedir ayuda a otro médico capacitado

El cuadro clínico del paciente,  es el que define y dirige acciones

La Radiología Intervencionista y hemorragia de tubo digestivo

En esta comunicación, les comentare del manejo actual de la hemorragia del tubo digestivo, que se lleva a cabo realizando embolización super-selectiva de las arterias lesionadas que están condicionando la hemorragia.

Es un procedimiento útil para controlar hemorragia, se requiere realizar el cateterismo superselectivo para evitar complicaciones por depósito de émbolos en lugar equivocado, por reflujo distal inadvertido de las partículas o por devascularización excesiva. 

Con la embolización se produce un control más rápido de la hemorragia y se evitan los problemas que implica la permanencia prolongada del catéter intraarterial, así como los efectos colaterales cardiovasculares. Por supuesto, se requiere un grupo radiológico intervencionista capacitado para lograr éxito, tanto en el cateterismo superselectivo, como en la embolización.

La embolización del vaso sangrante es el resultado principal del tratamiento invasivo a través del catéter para controlar la hemorragia gastrointestinal, con un alto grado de éxito técnico, pues se ha descrito la suspensión del sangrado entre el 91 al 100% de los casos. El éxito clínico de desaparición del sangrado por 30 días después de embolizaciones, se ha descrito entre 68-82.5% para tubo digestivo alto y de 81-91% para tubo digestivo bajo.

Los agentes embolígenos utilizados pueden ser desde fragmentos de gelatina (Gelfoam), espirales metálicas en sus diferentes modalidades de tamaño, forma y recubrimientos hidrofílicos (Microcoil), microesferas de alcohol polivinílico, coágulos autólogos modificados e isobutil -2-cianoacrilato. La embolización con microesferas es preferida para tubo digestivo bajo, mientras que existen controversias con respecto a su empleo como agente óptimo en el tubo digestivo alto, siendo el resultado de la combinación de varios agentes embolígenos más efectivo si se compara con el empleo de uno solo.

Debe de mencionarse, que este procedimiento de radiología intervencionista, en la mayoría de los casos es de tipo pre-operatorio, ya que de inicio se necesita detener la hemorragia, que está condicionando desde una real inestabilidad hemodinámica en el paciente, hasta estado de choque por la perdida aguda, rápida y en gran cantidad de sangre, para que posteriormente, el cirujano pueda intervenir con mas tranquilidad al paciente estable, reduciendo los riesgos inherentes a una cirugía de urgencia.

Todo paciente que mi grupo y yo vemos, debe de seguir el siguiente protocolo, para lograr un resultado exitoso:

Se realizan panendoscopia y colonoscopia; los hallazgos pueden ser diversos como várices esofágicas, gastritis antropilórica, enfermedad diverticular, gastritis antral, diverticulos en colon, malformaciones vasculares, tumoraciones entre otros. Si persisten los datos de sangrado de tubo digestivo, y no se pudo definir la causas del mismo, se realizara angiotomografía abdominal.

Ésta se lleva a cabo con contraste iodado inyectado en vena del pliegue del brazo, calculado a 1.5 mL por kg de peso, administrado a un volumen de 4 a 5 mL por segundo y se obtienen cortes tomográficos directos a los 18 segundos de iniciada la inyección del medio de contraste con un corte de grosor de 3.75 mm y reconstrucción a 1.25 mm. Si se encuentran datos de sangrado de tubo digestivo bajo secundario a presencia de angiodisplasia o imágenes sugestivas de lesiones ocupativas con hemorrágia activa, se decide realizar angiografía diagnóstica. 

El pacientes se traslada a la sala de hemodinamia donde se efectúa angiografía diagnóstica, posterior a punción percutánea con técnica de Seldinger de la arteria femoral común colocando introductor/ dilatador. Se utiliza catéter hidrofílico 5Fr y apoyo con guía hidrofílica hacia la arteria mesentérica superior y se inyecta medio de contraste de manera selectiva corroborándose el diagnóstico de lesión con hemorragia activa. Después, se realiza cateterización superselectiva con microcatéteres de las arterias yeyunales en la región enferma y una vez asegurada la región afectada se procede a la embolización con microesferas de 500 micras, mezcladas con azul de metileno y medio de contraste hidrosoluble relación uno a uno para lograr valorar la inyección en tiempo real. 

Lo anterior tiene como finalidad que el cirujano, en el tiempo quirúrgico pueda identificar con facilidad el sitio a resecar. Para considerar una adecuada técnica de embolización se toma en cuenta el origen de las arterias; su trayecto y su calibre deben ser normales. Se debe tener en cuenta que el calibre de los vasos va disminuyendo de manera distal. Siempre hay que recordar las variantes anatómicas, sobre todo en los orígenes y las posibles anastomosis que se deben diferenciar de colaterales patológicas. La división de los vasos debe ser ordenada, sin interrupciones bruscas de los trayectos vasculares, no debe haber zonas avasculares ni zonas de neoformación. Los trayectos deben ser siempre nítidos. Las fases vasculares deben estar conservadas, sin zonas de retraso, tinción tisular persistente o flujo venoso acelerado focal que produzca duda de fístulas arteriovenosas o malformaciones vasculares. El retorno venoso debe ser simétrico, sin áreas de estancamiento o ausencia del medio de contraste inyectado.

En el siguiente comunicado, les comentaré lo relativo al empleo de la tomografía computada, en el diagnóstico del sitio y tipo de origen de hemorragia de tubo digestivo.

La Radiología Intervencionista en procesos obstructivos

Dentro del cuerpo humano, tenemos múltiples estructuras tubulares que tiene la principal función de transportar sustancias que son vitales para el buen funcionamiento de nosotros. Como ejemplos se pueden mencionar a las arterias y a las venas, que conducen a la sangre, la tráquea y los bronquios que conducen el aire que nos permite tener buena oxigenación en todas las células del cuerpo, a todo el tubo digestivo, donde se lleva a cabo la digestión y la absorción de los alimentos, así como la excreción de sustancias no útiles. En todas ellas, el Radiólogo Intervencionista puede realizar procedimientos que liberen el transito que llega a perderse por disminución de calibre o por franca obstrucción.

En esta comunicación y la siguiente, voy a comentar el trabajo que realizamos en dos vías que también llegan a tener este tipo de problemas, que si se obstruyen se generan problemas reales de salud. Estas son las vías biliares y las vías urinarias. Antes de iniciar los comentarios, se debe de recordar que, en éstas, el origen de la disminución del calibre (estenosis) o de la obstrucción completa, pueden ser de localización interno o externo a ellas, pueden ser causadas por patologías de estirpe celular benigna o maligna, y en casos, ser causadas de manera involuntaria por algún procedimiento médico previo.

¿Cuándo el Radiólogo Intervencionista va a realizar algún procedimiento en las vías biliares de algún paciente? Se van a realizar en aquellos pacientes que tienen el diagnóstico de ictericia obstructiva. Esto significa, que, por algún tipo de patología, la bilis que se produce en el hígado no llega al intestino delgado. Puede ser de origen benigno, como sucede en los casos de litiasis en la vía biliar, en casos de disminución de calibre de origen post-quirúrgico, sobretodo cuando ha existido una unión entre la vía biliar y la vía digestiva; pero también en casos de lesiones malignas de la vía biliar que se conoce como colangiocarcinoma, tumor en la desembocadura de la vía biliar en el duodeno conocido como ampuloma o cáncer de ámpula de Vater, o por la presencia de cáncer en la cabeza del páncreas, que comprime e invade la vía biliar.

En muchas ocasiones, y de manera inicial, el Médico Endoscopista intenta de manera retrograda canular la desembocadura de la vía biliar en el duodeno, en un procedimiento llamado Colangio-Pancreotografía Retrograda Endoscópica (CPRE), con el propósito de liberar la vía biliar con la colocación de una endoprotesis biliar. Cuando no es posible realizarlo por este procedimiento, por que esta muy reducido el calibre, es muy alto en relación con la vía biliar y no se alcanza, o porque existe ya una cirugía derivativa en tubo digestivo, es cuando el Radiólogo Intervencionista procede a realizar alguno de los siguientes procedimientos:

1.- Derivación biliar percutánea externa. Este procedimiento se realiza bajo visión de fluoroscopía, puncionando con una aguja fina la vía biliar mediante un abordaje percutáneo trans-hepática. Como en estos casos, la vía biliar esta dilatada por algún tipo de obstrucción, no es tan difícil puncionarla, canularla y a través de la aguja, se avanza una guía metálica con punta flexible. Se retira la aguja y apoyados por la guía ya introducida, se avanza un dilatador plástico hasta llegar a la porción mas distal de la vía biliar. Cuando se logra esto, la primer guía se cambia por otra de mas soporte y longitud y se introduce el catéter de derivación biliar, que la punta de éste multiperforada, para drenar hacia el exterior la bilis. Este procedimiento se realizará cuando la obstrucción de la vía biliar es completa y no se podrá avanzar hasta el duodeno.

2.- Derivación biliar externa-interna. Es similar al anterior, con la variante que se puede avanzar el catéter de drenaje hasta el duodeno, ya que se puede vencer el sitio de disminución de calibre de la vía biliar, al no ser completa la obstrucción. Este procedimiento tiene una ventaja sobre el anterior, ya que la bilis pasara a través del catéter hacia el intestino, y no será necesario que el paciente deba tener una bolsa recolectora de bilis, como sucede en la derivación externa.

3.- Derivación interna con la colocación de endoprotesis metálica por vía percutánea. El procedimiento es similar en su realización con los anteriores; la diferencia estriba en que se coloca una endoprotesis dentro de la vía biliar, que va a ampliar el calibre de la zona afectada de la vía biliar. Esta endoprotesis se encuentra colocada dentro de un catéter similar al empleado para las derivaciones, pero que tiene un mecanismo para colocarlo en el sitio indicado, por retracción de la camisa del catéter que contiene a la endoprotesis y se puede sobre-impactar en la paredes de la vía biliar. Este procedimiento se finaliza, dejando un catéter de derivación biliar externa-interna, cerrado y pegado al cuerpo del paciente por dos días, y posteriormente se retira por retracción gentil del mismo. La ventaja de este procedimiento, es que al final, el paciente no tiene ningún catéter en su cuerpo, con una derivación biliar solamente interna

La indicación de cada uno de estos, estará justificado solamente por el cuadro clínico del paciente, sin importar edad, tiempo de evolución y tampoco etiología de la obstrucción biliar. Lo importante en cada uno de ellos, es lograr la derivación de la bilis y que disminuya o desaparezca la ictericia, evitando una serie de complicaciones como son el prurito intenso, tanto que el paciente puede lesionarse la piel, alteraciones en el estado de conciencia e infección grave.

En el siguiente post les comentare la utilidad de los procedimientos intervencionistas en vía urinarias.

Procedimientos vasculares en la radiología intervencionista

En esta ocasión escribiré sobre el papel que tiene la radiología intervencionista en los diversos tipos de enfermedades que se presentan en arterias y/o venas se pueden diagnosticar y tratar mediante mínima invasión. Si bien las enfermedades son muchas a continuación les presento un resumen por tipo y que realiza el radiólogo intervencionista.    

Con los diversos procedimientos de la radiología intervencionista y con el empleo de la técnica de Seldinger, que ya mencioné en el post anterior, se pueden diagnosticar y tratar gran parte de las enfermedades que se presentan a nivel del sistema vascular, tanto en trayectos arteriales como venosos, con procedimientos de mínima invasión de la radiología intervencionista.

Todas estas enfermedades o eventos patológicos se pueden resumir en los siguientes grupos:

1.- Malformaciones vasculares arteriales, venosas o mixtas, que pueden ser congénitas (desde el nacimiento o durante la gestación de quien lo llega a padecer) o adquiridas. El tratamiento de éstas es mediante la embolización trans-cateterismo arterial o trans-venoso controlada y selectiva del vaso que irriga o drena la malformación con el empleo de materiales no absorbibles que pueden ser metálicos, minerales, plásticos o pegamentos.

2.- Presencia de embolias o trombosis de algún trayecto vascular. Debe de tenerse en cuenta que una embolia consiste en la obstrucción de una vena o una arteria producida por un material (coágulo sanguíneo, burbuja de aire, gota de grasa, cúmulo de bacterias, células tumorales, etc.) arrastrado por la sangre mientras que la trombosis es la formación de un coágulo sanguíneo en el interior de un vaso sanguíneo o en el corazón que si llega a migrar se transforma en embolia. En ambos casos se puede tanto desintegrar el trombo o el coágulo como llegar a colocar aditamentos para evitar la migración como es la función de los filtros vasculares que se ponen en las venas cavas.  

3.- Presencia de obstrucciones arteriales y/o venosas que habitualmente son secundarias a la presencia de embolias o trombosis las cuales se pueden recanalizar con el empleo de catéteres que instilan fármacos trombolíticos y/o anticoagulantes de manera controlada en velocidad, tiempo de instilación y dosis con catéteres que aspiran el coágulo ya sea por rotación de este en su extremo distal, por presión negativa al aspirar o por el uso de solución fisiológica a alta presión.

4.- Presencia de estenosis arteriales y/o venosas. En arterias son debido a placas de ateromas (grasas con calcio), por alteraciones en la pared muscular de la arteria que condicionan disminución del calibre de esta y por ende pérdida del aporte de sangre y sus componentes. Causando daño secundario por sufrimiento del tejido y que en medicina se denomina isquemia. En venas por compresiones extrínsecas que reducen el calibre sobretodo en casos donde se han utilizado por mucho tiempo catéteres como sucede en los pacientes en hemodiálisis o en quimioterapia, por secuelas de radioterapia, por lesiones traumáticas o en casos de oclusión del componente venoso de las fístulas que se crean para hemodiálisis. Estos casos se tratan con angioplastia que consiste en introducir a la luz del vaso (ya sea vena o arteria) un catéter que tiene en su extremo distal una porción que se dilata (se le conoce como balón) para aumentar el calibre y llevarlo a sus valores normales. En muchas ocasiones por si solo no se logra por le que es necesario colocar endoprotesis vasculares en el sitio de la estenosis, a través del catéter, que se caracterizan por ser metálicas. Son conocidos con stents, con diferentes longitudes, calibres, recubiertos y hasta medicados para evitar que se vuelva a crear dicha estenosis.

5.- Hemorragias que pongan en riesgo la integridad y hasta la vida de una persona, siendo las más graves las de origen arterial. Son clínicamente evidentes como sucede en traumatismos severos abiertos, con evidencia franca de hemorragia, pero estas son atendidas por cirujanos expertos en trauma. En las que la radiología intervencionista tiene injerencia, son las de trauma cerrado con lesión de algún órgano sólido, como sucede en hígado, bazo o riñón, músculos de la espalda, huesos de la pelvis y, que, por las condiciones clínicas, no tiene que ingresar al quirófano. En los casos de hemorragia por lesiones pulmonares, como lesiones inflamatorias, infecciosas o tumorales, por lesiones en alguna porción de tubo digestivo, como úlceras, malformaciones o tumores, por tumores benignos o malignos, en cualquier parte del cuerpo, con datos evidentes de inestabilidad hemodinámica. Se utilizan para lograr la oclusión del vaso dañado materiales absorbibles y no absorbibles, como gelatinas, pegamentos, partículas de plástico, materiales metálicos denominados coils, plugs. Con esto se obtienen oclusiones temporales o definitivas, y se utilizan según el caso.

Procedimientos vasculares en la radiología intervencionista

Procedimientos vasculares en la radiología intervencionista

La radiología intervencionista es uno de los pilares básicos, por no decir prioritario, en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades vasculares ya sean de origen arterial o venoso. Ninguna especialidad médica, se ha desarrollado tanto y tan rápido en la medicina.

En1953 el Dr. Sven-Ivar Seldinger describió la técnica, que lleva su nombre, para realizar el acceso percutáneo vascular de una forma segura. Un gran avance en la radiología intervencionista, para realizar procedimientos diagnósticos y/o terapéuticos.

Dicha técnica consiste en puncionar directamente un vaso sanguíneo especifico mediante una aguja de calibre suficientemente grueso. Hecho lo anterior se introduce una guía (a través de la aguja) que irá hasta el vaso. Posteriormente la aguja es retirada, dejando la guía dentro del vaso, para así introducir un catéter angiográfico con el que se realizara el procedimiento de manera segura y sin sangrado. 

Es importante mencionar que esta técnica, se ha ido modificando gracias a la aparición de aditamentos que dilatan el trayecto de la piel y del músculo, que incluyen un introductor vascular que no lesiona las paredes vasculares.

En 1963 el Dr. Charles T Dotter y el Dr. Melvin P. Judkins realizaron la primera dilatación arterial (angioplastia) argumentando que los catéteres no solo debían ser instrumentos de diagnóstico. Lo anterior generó que pudieran tratarse a los pacientes desde su interior y, por lo tanto, que aumentarán el número de descripciones de nuevos procedimientos y de innovaciones en los materiales. 

Como menciona el Dr. Fernando López se volvió una disciplina innovadora y disruptiva ya que se encarga de transformar una actividad complicada y cara en algo más simple y económico ¿Cómo? Incorporando a los protocolos clínicos procedimientos más eficaces, más cómodos y que no existían cambiando por completo el manejo clínico, por ejemplo, de las hemorragias de tubo digestivo, las post-parto y los filtros en vena cava para evitar tromboembolias pulmonares.

Así mismo, ha sido sustitutiva porque ha reemplazado, no eliminado, a otros procedimientos que ya se efectuaban pero que se caracterizaban por ser más agresivos y costosos como el manejo de los pacientes con sangrado de varices en el esófago a consecuencia de un aumento de la presión en la vena porta, algo muy secundario a una afectación hepática como sucede en la cirrosis.

La realidad es que en la cabeza de los que nos dedicamos a la radiología intervencionista, en conjunto con médicos de otras especialidades, existieron preguntas que nos han llevado a la innovación en la embolización del aumento del flujo arterial en el hombro doloroso y en las rodillas, en los casos de aumento en las dimensiones de origen benigno de la próstata y en otras que aparecerán pues se siguen generando nuevos procesos y abriendo fronteras.

Los radiólogos intervencionistas tendremos que ser mas clínicos, conocer más las enfermedades y apoyarnos en la ingeniería biomédica, las matemáticas, la física, la nanotecnología y la inteligencia artificial. El futuro será el lugar en donde pasaremos los próximos años, y será mejor si prestamos nuestros servicios de forma rápida y eficiente con al menos igual garantía que otros. 

Nuestros objetivos tienen que ser crecer más y ser mejores especialistas con la finalidad de que la radiología intervencionista trate enfermedades vasculares que van desde malformaciones, embolias, trombosis, obstrucciones, estenosis hasta hemorragias, que serán explicadas de manera más detallada en los siguientes posts de mi blog.