La radiología intervencionista en lesiones traumáticas

En este post seguiré hablando sobre los procedimientos de radiología intervencionista en lesiones traumáticas severas de tipo vascular. Como sucede en todos estos casos, la identificación y el control de la hemorragia grave es el factor principal. En casos es evidente y por ende fácil detectarla, pero en otros puede llegar a ser lo contrario poniendo en riesgo la integridad y la vida de una persona.

Existen diversos reportes en la literatura médica, entre ellos, el realizado por el Dr. Cristián Salas, que mencionan que casi el 3% de todas las lesiones traumáticas severas tienen componente vascular grave. Con la gran cantidad de conflictos armados del siglo pasado, sobretodo el de Vietnam, se han logrado grandes avances en el manejo de estas lesiones, pues gracias al previo ingreso en hospital por los paramédicos, al trasladar al paciente, al tratamiento medico interdisciplinario (quirúrgico y de radiología intervencionista), se incrementó la tasa de sobrevida y se redujeron las grandes amputaciones.

El trauma vascular que compromete a las extremidades es evidente a la exploración física del paciente y cuando está lesionada una arteria principal es más que obvio. Las que más se pueden lesionar son las arterias femoral, subclavia/axilar, humeral, poplítea en la rodilla. 

Cuando las lesiones vasculares son en vasos de tórax y/o de abdomen se requerirá el apoyo de procedimientos diagnósticos, pues muchas son el resultado de lesiones cerradas o no penetrantes, como es el ultrasonido en el área de urgencias, para detectar rápidamente colecciones de sangre libre en las cavidades y, al estar estable el paciente, el realizar estudios de tomografía computada con medio de contraste inyectado en una vena, para así poder identificar sitio de lesión y definir terapéutica a seguir. Tener en cuenta siempre, que cada paciente es distinto, y diferente será el abordaje terapéutico. Una cantidad significante, llega a pasar directo al quirófano, pues no se logra estabilizarlos y no se debe de perder tiempo, por el riesgo a complicaciones fatales.

Según el mecanismo de la lesión vascular, se pueden dividir en:

1.- Lesiones penetrantes. En primer lugar están las ocasionadas por proyectiles de arma de fuego, y la severidad va a depender de la velocidad de los proyectiles. Los de alta velocidad, que son los empleados por armas de tipo militar, van a condicionar destrucción masiva de órganos y tejidos, por el efecto ondulante del proyectil, con un alto porcentaje de fallecimiento en el sitio de la agresión. Los proyectiles de baja velocidad, que son los causantes de la mayoría de las heridas en población civil, llegan a producir daño importante, pero menos severo y si son pacientes que en un alto porcentaje llegan a las áreas de urgencia de los hospitales. Otros objetos que producen heridas penetrantes son las producidas por armas blancas (cuchillos, navajas, picahielos, desarmadores, entre algunos), fragmentos de vidrio o de metales, condicionando lesiones mas nítidas. Los fragmentos óseos, sobretodo en extremidades, pueden producir lesiones penetrantes en trayectos vasculares, pudiendo causar desgarros, lo que condiciona mayor severidad. De tal manera, que por este mecanismo se puede originar laceración vascular (es un desgarro o ruptura parcial de un vaso sanguíneo, con diverso grado de perdida de tejido dependiendo esto de las circunstancias de la lesión), transección vascular (pérdida completa de la continuidad de un vaso), perforación vascular (lesión puntiforme del vaso), fistulas arterio-venosas (cuando el mecanismo de la lesión compromete, tanto a la arteria como a la vena que tienen un trayecto paralelo, condicionando comunicación entre esos vasos) y aneurismas falsos conocidos como pseudoaneurismas (la lesión vascular no se comunica al exterior, formando un hematoma pulsátil, siendo sus paredes no reales, formadas por tejidos vecinos)

2.- Lesiones no penetrantes. El mecanismo que las produce es menos frecuente, ya que es por aplastamiento, con aumento de la presión dentro de las cavidades del cuerpo. Su pronostico es más serio, ya que va relacionado a un diagnostico más tardío. Se produce cuando el vaso es comprimido contra una estructura ósea. Va a originar espasmo segmentario (es una vasoconstricción refleja, segmentaria y que será reversible, y que no llega a condicionar gran lesión, recuperando la circulación distal al sitio de afectación) o va a originar lesión de la pared interna del vaso que tiene como nombre capa intima (condiciona ruptura y disección de esta capa, obstruyendo el flujo de la sangre, llegando a condicionar trombosis completa, con falta de irrigación distal)

3.- Lesiones iatrogénicas. Estas son producidas por procedimientos realizados por médicos, de manera no voluntaria y se llegan a presentar en arteriografías diagnósticas, en angioplastias para resolver estenosis vasculares, en instalación de catéteres venosos centrales, en cirugías laparoscópicas, entre algunos casos.

En la futura comunicación, continuaré con la descripción de los diferentes procedimientos para la resolución de lesiones de grandes vasos en trauma severo por radiología intervencionista.

Procedimientos vasculares en la radiología intervencionista

En esta ocasión escribiré sobre el papel que tiene la radiología intervencionista en los diversos tipos de enfermedades que se presentan en arterias y/o venas se pueden diagnosticar y tratar mediante mínima invasión. Si bien las enfermedades son muchas a continuación les presento un resumen por tipo y que realiza el radiólogo intervencionista.    

Con los diversos procedimientos de la radiología intervencionista y con el empleo de la técnica de Seldinger, que ya mencioné en el post anterior, se pueden diagnosticar y tratar gran parte de las enfermedades que se presentan a nivel del sistema vascular, tanto en trayectos arteriales como venosos, con procedimientos de mínima invasión de la radiología intervencionista.

Todas estas enfermedades o eventos patológicos se pueden resumir en los siguientes grupos:

1.- Malformaciones vasculares arteriales, venosas o mixtas, que pueden ser congénitas (desde el nacimiento o durante la gestación de quien lo llega a padecer) o adquiridas. El tratamiento de éstas es mediante la embolización trans-cateterismo arterial o trans-venoso controlada y selectiva del vaso que irriga o drena la malformación con el empleo de materiales no absorbibles que pueden ser metálicos, minerales, plásticos o pegamentos.

2.- Presencia de embolias o trombosis de algún trayecto vascular. Debe de tenerse en cuenta que una embolia consiste en la obstrucción de una vena o una arteria producida por un material (coágulo sanguíneo, burbuja de aire, gota de grasa, cúmulo de bacterias, células tumorales, etc.) arrastrado por la sangre mientras que la trombosis es la formación de un coágulo sanguíneo en el interior de un vaso sanguíneo o en el corazón que si llega a migrar se transforma en embolia. En ambos casos se puede tanto desintegrar el trombo o el coágulo como llegar a colocar aditamentos para evitar la migración como es la función de los filtros vasculares que se ponen en las venas cavas.  

3.- Presencia de obstrucciones arteriales y/o venosas que habitualmente son secundarias a la presencia de embolias o trombosis las cuales se pueden recanalizar con el empleo de catéteres que instilan fármacos trombolíticos y/o anticoagulantes de manera controlada en velocidad, tiempo de instilación y dosis con catéteres que aspiran el coágulo ya sea por rotación de este en su extremo distal, por presión negativa al aspirar o por el uso de solución fisiológica a alta presión.

4.- Presencia de estenosis arteriales y/o venosas. En arterias son debido a placas de ateromas (grasas con calcio), por alteraciones en la pared muscular de la arteria que condicionan disminución del calibre de esta y por ende pérdida del aporte de sangre y sus componentes. Causando daño secundario por sufrimiento del tejido y que en medicina se denomina isquemia. En venas por compresiones extrínsecas que reducen el calibre sobretodo en casos donde se han utilizado por mucho tiempo catéteres como sucede en los pacientes en hemodiálisis o en quimioterapia, por secuelas de radioterapia, por lesiones traumáticas o en casos de oclusión del componente venoso de las fístulas que se crean para hemodiálisis. Estos casos se tratan con angioplastia que consiste en introducir a la luz del vaso (ya sea vena o arteria) un catéter que tiene en su extremo distal una porción que se dilata (se le conoce como balón) para aumentar el calibre y llevarlo a sus valores normales. En muchas ocasiones por si solo no se logra por le que es necesario colocar endoprotesis vasculares en el sitio de la estenosis, a través del catéter, que se caracterizan por ser metálicas. Son conocidos con stents, con diferentes longitudes, calibres, recubiertos y hasta medicados para evitar que se vuelva a crear dicha estenosis.

5.- Hemorragias que pongan en riesgo la integridad y hasta la vida de una persona, siendo las más graves las de origen arterial. Son clínicamente evidentes como sucede en traumatismos severos abiertos, con evidencia franca de hemorragia, pero estas son atendidas por cirujanos expertos en trauma. En las que la radiología intervencionista tiene injerencia, son las de trauma cerrado con lesión de algún órgano sólido, como sucede en hígado, bazo o riñón, músculos de la espalda, huesos de la pelvis y, que, por las condiciones clínicas, no tiene que ingresar al quirófano. En los casos de hemorragia por lesiones pulmonares, como lesiones inflamatorias, infecciosas o tumorales, por lesiones en alguna porción de tubo digestivo, como úlceras, malformaciones o tumores, por tumores benignos o malignos, en cualquier parte del cuerpo, con datos evidentes de inestabilidad hemodinámica. Se utilizan para lograr la oclusión del vaso dañado materiales absorbibles y no absorbibles, como gelatinas, pegamentos, partículas de plástico, materiales metálicos denominados coils, plugs. Con esto se obtienen oclusiones temporales o definitivas, y se utilizan según el caso.

Procedimientos vasculares en la radiología intervencionista

Procedimientos vasculares en la radiología intervencionista

La radiología intervencionista es uno de los pilares básicos, por no decir prioritario, en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades vasculares ya sean de origen arterial o venoso. Ninguna especialidad médica, se ha desarrollado tanto y tan rápido en la medicina.

En1953 el Dr. Sven-Ivar Seldinger describió la técnica, que lleva su nombre, para realizar el acceso percutáneo vascular de una forma segura. Un gran avance en la radiología intervencionista, para realizar procedimientos diagnósticos y/o terapéuticos.

Dicha técnica consiste en puncionar directamente un vaso sanguíneo especifico mediante una aguja de calibre suficientemente grueso. Hecho lo anterior se introduce una guía (a través de la aguja) que irá hasta el vaso. Posteriormente la aguja es retirada, dejando la guía dentro del vaso, para así introducir un catéter angiográfico con el que se realizara el procedimiento de manera segura y sin sangrado. 

Es importante mencionar que esta técnica, se ha ido modificando gracias a la aparición de aditamentos que dilatan el trayecto de la piel y del músculo, que incluyen un introductor vascular que no lesiona las paredes vasculares.

En 1963 el Dr. Charles T Dotter y el Dr. Melvin P. Judkins realizaron la primera dilatación arterial (angioplastia) argumentando que los catéteres no solo debían ser instrumentos de diagnóstico. Lo anterior generó que pudieran tratarse a los pacientes desde su interior y, por lo tanto, que aumentarán el número de descripciones de nuevos procedimientos y de innovaciones en los materiales. 

Como menciona el Dr. Fernando López se volvió una disciplina innovadora y disruptiva ya que se encarga de transformar una actividad complicada y cara en algo más simple y económico ¿Cómo? Incorporando a los protocolos clínicos procedimientos más eficaces, más cómodos y que no existían cambiando por completo el manejo clínico, por ejemplo, de las hemorragias de tubo digestivo, las post-parto y los filtros en vena cava para evitar tromboembolias pulmonares.

Así mismo, ha sido sustitutiva porque ha reemplazado, no eliminado, a otros procedimientos que ya se efectuaban pero que se caracterizaban por ser más agresivos y costosos como el manejo de los pacientes con sangrado de varices en el esófago a consecuencia de un aumento de la presión en la vena porta, algo muy secundario a una afectación hepática como sucede en la cirrosis.

La realidad es que en la cabeza de los que nos dedicamos a la radiología intervencionista, en conjunto con médicos de otras especialidades, existieron preguntas que nos han llevado a la innovación en la embolización del aumento del flujo arterial en el hombro doloroso y en las rodillas, en los casos de aumento en las dimensiones de origen benigno de la próstata y en otras que aparecerán pues se siguen generando nuevos procesos y abriendo fronteras.

Los radiólogos intervencionistas tendremos que ser mas clínicos, conocer más las enfermedades y apoyarnos en la ingeniería biomédica, las matemáticas, la física, la nanotecnología y la inteligencia artificial. El futuro será el lugar en donde pasaremos los próximos años, y será mejor si prestamos nuestros servicios de forma rápida y eficiente con al menos igual garantía que otros. 

Nuestros objetivos tienen que ser crecer más y ser mejores especialistas con la finalidad de que la radiología intervencionista trate enfermedades vasculares que van desde malformaciones, embolias, trombosis, obstrucciones, estenosis hasta hemorragias, que serán explicadas de manera más detallada en los siguientes posts de mi blog.